¿Nos confiesas tu edad?: 25 años.
¿Dónde naciste?: Murcia.
Una música imprescindible: cualquiera que sea original y tenga per-sonalidad. Siempre llevo música clásica acompañada de una amplia variedad de estilos como Ben L’Oncle Soul, Queen, Gato Charro, Ed Sheeran…
Tu último libro: Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena.
Una película que ver: Big Fish.
Un hobby para desconectar: Tres indispensables para mí: pasar tiempo con mi familia, pintar y pasear por la playa.
Una comida sin la que no puedes pasar: Cualquiera que cocine mi madre.
¿Y una bebida?: una Coca-Cola con hielo y una rodaja de limón murciano.
Un sitio para vivir: un sitio tranquilo, a las afueras de una ciudad.
Un deseo: que la música esté más presente en la vida de las perso-nas y que todos podamos disfrutar de ella.
E: Hace 9 años ya que terminaste tu etapa en el colegio Salesianos, ¿Qué recuerdas?
A: Recuerdo inolvidables momentos e historias con grandes compañeros con los que compartí gran parte de mi vida. También algunos profesores que me marca-ron, como Raquel Mazza o Querubina, la cual despertó en mí la curiosidad por las ciencias.
E: ¿Qué asignaturas recuerdas como mayor entusiasmo?
A: Todas las relacionadas con las ciencias, sobretodo Biología, Química y Física. De hecho hoy en día todavía me despiertan interés, cuando puedo aprovecho
algunos momentos para ver documentales en internet, leer noticias en periódicos digitales o redes sociales.
E: ¿Y la música?
A: La música es mi pasión desde pequeño, siempre tuve claro que estaría muy presente en mi vida, fuera cual fuera mi camino profesional. Así que, con varios de mis compañeros de la Agrupación Musical Juvenil de Cabezo de Torres, y sin saber muy bien hasta dónde llegaría esta aventura musical, comencé los estu-dios en el Conservatorio Profesional de Murcia.
Mis referentes y ejemplos a seguir siempre fueron mis primos, a los que sigo teniendo profunda admiración.
E: Terminas tu etapa en el colegio, ¿Y después qué?
A: Hice el Bachiller en el Instituto de Cabezo de Torres y, como aún no tenía claro mi futuro, cursé ambas líneas, la tecnológica y la científica, a la vez que estudiaba música en el conservatorio. Poco antes de la Selectividad, la influencia y motivación de Alejandro Sandoval, mi primo y eterno profesor, y de Isabel García, profesora del conservatorio, hizo que finalmente decidiera dedicarme a la música de manera profesional. Terminé la Selectividad y me trasladé a Madrid a cursar el Grado Superior en el Real Conservatorio Superior de Música. Es increíble el amplio abanico de posibilidades culturales que esta ciudad puede ofrecer, donde hay varias orquestas profesionales y varios de los museos más importantes a nivel nacional.
E: ¿Cómo das el salto a Europa?
A: Al igual que para ir a Madrid, para comenzar un Máster también hay pasar un proceso de selección en el que varios músicos de tu especialidad compiten por unas pocas plazas.
Durante esta etapa, mi sueño era estudiar con Jörgen van Rijen, considerado uno de los mejores trombonistas del mundo, así que fui al Conservatorium van Amsterdam a realizar estas audiciones para el Máster de Interpretación y Reper-torio Orquestal y conseguí una de las dos vacantes que había ese año. Si bien es cierto que acostumbrarse a una cultura diferente tampoco es fácil, con otro idioma, otra comida, otro clima… Creo que lo que más me costó fue alejarme de la familia a los 19 años. Hay momentos en los que se hace duro y te cuestio-nas si merece la pena todo ese sacrificio, pero la mayoría del tiempo te sientes un privilegiado de poder estar haciendo algo que amas.
E: Poco después te desplazas a Italia…
A: Al final de mi primer año de Máster hice la primera audición profesional de mi carrera para trabajar en la orquesta Haydn de Bolzano por tres años. Un par de años antes había ido a esta ciudad a tocar, y me enamoré profundamente de sus paisajes y de su comida. Así que muy motivado, y después de una dura prepa-ración de varias semanas, muchos nervios y un proceso de audición que parecía interminable, tuve la suerte de conseguirlo.
Durante el segundo año de Máster estuve compaginando mis estudios en Ho-landa con mi trabajo en Bolzano (Italia). Fue una locura de viajes en avión, tren, dormía cuando podía… Hasta que este junio pasado terminé mis estudios en Amsterdam y ahora estoy dedicado, casi por completo, a mi trabajo en la Or-questa Haydn en Bolzano.
E: También perteneces a la Orquesta Joven de la Unión Europea…
A: Sí, llevo dos años tocando en la EUYO (European Union Youth Orchestra), una fantástica plataforma entre la vida estudiante y el mundo profesional, que está formada por músicos de todo el Continente.
Está siendo una de las experiencias más bonitas que la música me ha ofrecido hasta ahora. Es increíble poder tocar con amigos que sienten esta forma de vida de la misma manera que tú. El nivel musical es altísimo. La pasión y energía que todos los músicos individualmente ofrecen acaba creando un resultado único. Además, se realizan giras por varios países y siempre vienen directores de or-questa de renombre internacional y esto es una motivación extra para dar nues-tro máximo nivel y compromiso.
E: ¿Puedes compaginar bien tu trabajo en Bolzano con la Orquesta Europea?
A: Sí, en Italia me facilitan mucho mi tarea con la Orquesta Europea, entienden que es parte de mi formación. Además, continúo haciendo colaboraciones con otras orquestas como la Filarmónica de Rotterdam, con la Radio de Holanda, incluyendo una sustitución en la Real Orquesta de Concertgebouw de Amsterdam. Esto me permite seguir aprendiendo de grandes músicos profesionales con una gran experiencia.
E: Después de muchas vueltas, desembocas de nuevo en España, en As-turias, nada más y nada menos que en los Premios Princesa de Asturias
A: Así es. Con motivo del Premio Princesa de Asturias a la Concordia que se concedió esta vez a la Unión Europea, nos llamaron a un grupo de músicos de la EUYO para representar a la entidad europea y hacer varios conciertos en el Principado.
E: ¿Cómo fue la experiencia?
A: Fantástica. Después de viajar con la Orquesta a ciudades de toda Europa, cuando me llega el email avisándonos de que tocaríamos en España… fue emo-cionante. Poder llevar a esos músicos a los que considero mi familia a mi país fue un doble orgullo. Por una parte volver a España siendo parte de la Joven Orquesta de la Unión Europea y por otro poder enseñarles mi país natal. Además les maravilló el lugar, las gentes, la cultura, la comida…
E: Con sólo 25 años y este bagaje… ¿Qué ambiciones tienes?
A: La única ambición que tengo es seguir disfrutando de la música. Creo que trabajar duro, ser constante y tener metas altas es una combinación perfecta para, guiándose por la ilusión, acabar siendo feliz con lo que haces.
E: Volviendo al lugar donde empezaste, ¿Qué te llevas del colegio?
A: Las grandes amistades incondicionales, las cuales se eligen de pequeño y nunca cambian, que me han apoyado durante toda mi vida y me han ayudado a ser lo que soy.
E: Estamos terminando, ¿Alguna reflexión final?
A: He tenido la suerte de viajar y conocer gente de diferentes países, se produce una mezcla de culturas que todo el mundo debería experimentar: aprendemos idiomas, vivimos situación únicas, creamos lazos que perduran en el tiempo y aprendemos a darle importancia a lo que de verdad la tiene. Esa es para mí la verdadera riqueza, llenar tu vida con aquellas cosas que no se pueden comprar con dinero.
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